mensajes íntegros de la señora Madeleine Aumont :        

apariciones y mensajes

prologo

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tabla

 

PROLOGO                               

"Desde este 12 de abril de 1970, para mí es la Resurrección."
" ...Una presencia que no era de este mundo. "

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Madeleine Aumont

El 29 de marzo de 1970 empujada por su madre que vivió hasta los 94 años, después de 4 años de ausencia de sacerdote en Putôt-en-Auge, Madeleine vuelve a cumplir con el precepto pascual. Se confiesa y comulga el día de Pascua.

El domingo después de Pascua, después de haber comulgado, volviendo a arrodillarse en su silla "algo se produjo que no podía explicarme ... sentí como un desfallecimiento, estaba como ebria de gozo, de felicidad.. Me parecía descubrir otro mundo." Y esto duró hasta su vuelta a casa. Era el 5 de abril.

El domingo siguiente, el 12 abril de 1970 "esta alegría interior me poseyó, pero esta vez sentía una presencia que no era de este mundo... la presencia de Jesús, del Espíritu Santo, una fuerza sobrenatural me poseía, presencia suave ... el mundo ya no existía. Mi cuerpo ya no existía, ya no quedaba más que Dios en mí y yo en Dios."

El tercer domingo después de Pascua, 19 de abril, "este maravilloso gozo se reproduce aún." Ella decidió confiarse al Señor Párroco puesto que : " Ya no soy yo quien vive, es Jesús quien vive en mí." El sacerdote le facilitó poder comulgar entre semana, "es tan largo esperar de un domingo al otro ... nada puede sustituir una Misa. Es Jesús-Hostia quien me salvó de la duda y en cada Misa veo realmente a Jesús a través del sacerdote, en sus gestos en vísperas de la Pasión, y veo al Espíritu de Dios venir al Altar para entregarse a todos nosotros."

"Todo se transformado si uno le ofrece todo a Dios cada mañana por "amor por El" que ha dado su Vida por cada uno de nosotros. Cristo ha resucitado, realmente vivo : todos los días, yo vivo esta Resurrección.... No dejen nunca pasar una jornada sin rezar, sin pensar en Jesús, en todos aquellos que sufren, que lloran... La plegaria nos une a Jesús, y nos da el gozo espiritual que ningún bien material puede reemplazar... ni la ciencia, ni la sabiduría humana, ni las hermosas palabras que puedan decirle pueden abrir el corazón de alguien no creyente a Dios. La conversión no es obra del hombre, hace falta que Dios lo atraiga por su Espíritu. Sin el Espíritu Santo el hombre no es nada, nada puede. Es preciso rezar 'por amor' puesto que sin el Espíritu de Dios no somos nada. Cuida de nosotros sin cesar, dígaselo a todos : Dios cuida de nosotros en cada momento y, si lo sabemos y lo hemos entendido claramente, podemos darle las gracias a Dios. Sólo Dios puede transformar así el corazón del hombre, pero para recibir gracias del Señor, hace falta rezar mucho con confianza, con fe."

"En mi espíritu, todo canta la alabanza del Señor, las flores, su esencia, los árboles, el rocío de la mañana, todo lo que existe, todo lo que vive, es el aliento de Dios, puesto que aquí, en esta tierra, todo canta las alabanzas del Señor... Antes dudaba de la existencia de Dios, mi vida no tenía ningún interés, lúgubre, cinco niños que educar, la falta de dinero... pero desde este 12 de abril de 1970, para mí es la Resurrección de mi espíritu, de mi alma, las preocupaciones materiales volaron, esta paz interior se levanta por encima de todo lo que existe en esta tierra... El Cielo está al final de nuestra vida terrestre ..."

       

 

PRIMERA APARICION

"Dará a conocer esta Cruz y la llevará"

Martes 28 de marzo de 1972 a las 4h35 de la mañana, en la Haute Butte.

Es el martes de la Semana Santa de 1972.
Mi marido fue a trabajar a las 4h30 de la mañana.
Como la víspera y los días anteriores, me levanté, bajé a cerrar la puerta detrás de él. Subí otra vez, abrí la ventana.
El cielo estaba cubierto de grandes nubes que corrían rápidamente del Noroeste al Sudeste. Hacía mucho viento. No llovía, el tiempo era bastante claro. Quizás estuviera la luna. Miré al cielo, esas grandes nubes que corrían.
Me apresuré a rezar la oración a la Santa Trinidad. No había empezado a pronunciar la primera palabra.
De pronto, percibo al fondo del horizonte, un poco a mi derecha, una claridad deslumbrante. Aclaraba el horizonte entero como cuando hay un relámpago por tiempo de tormenta. Pero esta claridad permanecía, mientras que el relámpago no dura más que un segundo.

Tuve miedo.
Empujé la ventana y volví a acostarme. Me cubrí para no ver nada más.
Al cabo de ocho o diez minutos más o menos, me enderecé en mi cama. Ya no había más claridad en la ventana. Era tan deslumbrante que lo hubiera visto sin moverme.
Entonces me levanté, y volví a la ventana. No había absolutamente nada.
Y algunos instantes después, vi de nuevo algo formarse en el cielo, en el sitio donde acababa de ver esta claridad.
Todo se formaba a la vez, como sigue :
La base, los brazos, la parte alta se formaban juntos muy lentamente, e iban a juntarse con el centro de la Cruz.
Cuando esta Cruz fue construida, era inmensa, maravillosa, más brillante que el día, muy sencilla, muy derecha, un poco más grande que la Cruz del Calvario de Dozulé cuando la veo de cerca.
Era impresionante pero maravillosamente hermosa, hacía bien mirarla, y sin embargo era de una claridad deslumbrante.
¡ Oh ! qué bonita visión sobre la pequeña colina delante de la casa, el martes 28 de marzo entre 4h30 y 4h50 de la mañana.
Allí sólo estaba la Cruz. Cristo no estaba.
Y sobre la pequeña colina, el conjunto tenía la forma del Calvario.
Unos segundos después, oí estas tres palabras :
"Ecce Crucem Domini." (Aquí está la Cruz del Señor)
Estas tres palabras resonaban como en una iglesia. Retumbaban, eran sonoras. Parecía que eran dichas al mundo entero y que nuestro globo hubiera temblado al sonido de esta voz grave.
Esta Cruz inmensa, esta voz en medio de la noche eran impresionantes.
Después, hice la Señal de la Cruz.
La Cruz maravillosa seguía presente delante de mí, inmensa y hermosa. ¡ Oh qué preciosa era, por su luminosidad ! Nunca vi algo tan bonito y tan luminoso.
Luego, oí a alguien hablar a mi lado. Esta voz era tan dulce, ningún otro ser sobre esta tierra me ha hablado tan lentamente, tan dulcemente.
Pensé que era Jesús. Oí :
"Dará a conocer esta Cruz y la llevará"
Unos segundos más, y todo desapareció de repente.
Cuando se presentó, se formó muy lentamente, pero desapareció de pronto, después ya no vi nada.
Fue el Jueves Santo al confesarme cuando se lo dije al Señor Cura.
Insistió un poco para saber más ; yo le había preguntado tres días antes lo que significaba :
"Ecce Crucem Domini"
Si él no hubiera insistido para saberlo, creo que no se lo hubiera dicho tan pronto. Sin embargo él debía saberlo. Sin duda alguna, estas tres palabras se dirigían a él y yo debía decírselo todo. No dudaba de su discreción. Un sacerdote debe guardar el secreto.
Y no obstante, todo el mundo, creo yo, hubiera debido saberlo.
El Señor no apareció ni se dejó oír para una sola persona.
En el momento, le había dicho al Abad L'Horset (el párroco de la parroquia en 1972) que no hablase de aquello a nadie. Pero un poco más tarde, le había dicho : "Le dejo libre de hablar sobre este tema con quien piense usted que sea necesario, pero que mi nombre no sea revelado."
Si no deseo que mi nombre sea revelado, sobre todo no crea que es por vergüenza, por escrúpulos, por pudor, no.
Pero todo ésto me fue dado por Jesús, el Todopoderoso.
No poseo nada yo misma, no tengo ninguna capacidad, ningún poder, mi nombre no es nada.
No es a mí a quien hay que mirar en todo ésto.
Es Dios, Jesús, el Espíritu Santo, que lo es todo, que lo puede todo.
Temo que me miren en la calle como un fenómeno, un ser extraordinario que uno apunta con el dedo y que se diga : "Esa es la que vio la Cruz de Jesús, la que oyó estas palabras..."
Yo no he hecho nada para recibir esta gracia.
No soy más que una criatura sencilla, por eso no quiero que ésto sea publicado a causa de mi nombre, que no es nada.
"Dará a conocer esta Cruz."
                                                                     croixper.GIF (18967 octets)    
... Sin duda, a través de mis palabras, recuerde a la gente que encuentro que Jesús sufrió para salvarnos, que acuerden :
- Que Su Cruz es un triunfo,
- Que Su Cruz es nuestra única esperanza,
- Que Su Cruz debe estar siempre presente en nosotros, en nuestros corazones,
- Que Su Cruz sigue alzada sobre el universo.
¡ Oh Cruz querida de Jesús que fue manchada de sangre para salvar a todos los hombres !
Créanme, es con corazón y fe que hablaré de JESUS y de SU CRUZ.
Y también :
"La llevará."
A veces es difícil llevar la Cruz.
Es decir, aceptar todas las miserias, todas las tristezas, todas las preocupaciones, todas las molestias de todos los días, todos los sufrimientos. Si, es muy difícil.
Pero cuando uno está seguro de que Jesús existe, de que El está Vivo, de que El está ahí en cada momento de nuestra vida, que Su Presencia se hace sentir tanto, ésto debe suavizar todas esas miserias, todas esas tristezas, todas esas preocupaciones, y todos esos sufrimientos.
¿ Acaso no sufrió Jesús El mismo por todos nosotros ?

Y qué sufrimientos soportó moral y físicamente. Fue pegado, escarnecido, le escupieron a la cara, le dieron vinagre para  beber, y en ese estado lamentable, dijo :
"Padre, perdónales, no saben lo que hacen."
¿ Quién de nosotros tendría el valor, en semejante momento, de perdonar a su verdugo ?
Tenía que ser Jesús quien aceptase tantos sufrimientos para salvar a la Humanidad.
Con este pensamiento, las lágrimas vendrían a nuestros ojos.
No obstante, cuánta gente ignora a Jesús, olvida a Jesús.

Nadie piensa en la Cruz de Jesús, que domina el mundo, esta inmensa Cruz, maravillosa, resplandeciente de luz que aparece en el horizonte.
Símbolo del poder, la Cruz domina nuestro globo.
Este globo debe ser muy pequeño al lado del Poder de Dios.
Deberíamos temblar todos delante de tal espectáculo.
Todo lo que existe en esta tierra, no es nada, comparado a lo que vi, oí la mañana del 28 de marzo, a las 4h35 de la mañana.

   

El 28 de mayo 1998 sobre la Haute Butte              HBE98m1.GIF (348607 octets)

 

SEGUNDA APARICION

"Es tiempo de salvar a todos estos pecadores que no aman a Jesús."

Miércoles 8 de noviembre de 1972 a las 4h35 de la mañana, en la Haute Butte.

Durante la semana del lunes 6 de noviembre, mi marido trabajaba por la mañana a las 4h30.
A esta hora, no olvido dar gracias a Dios, poniéndome a la ventana, los brazos en cruz, frente al sitio donde había visto esta maravillosa Cruz.
Desde luego, no pensaba volver a verla jamás.
El miércoles 8, me pongo al lado de la ventana con los brazos en Cruz ; unos minutos más tarde, mientras estaba en esta posición, esta Cruz maravillosa se forma otra vez delante de mí, como la vez anterior. Las 4 puntas de la Cruz se formaban acercándose hacía el centro.
Unos segundos después, oí ésto : "Penitencia, penitencia"
Unos segundos más tarde :
"Es tiempo de salvar a todos estos pecadores que no aman a Jesús."
(Mientras permanecí llena de admiración, recibí un secreto en cuanto a una amenaza próxima para la humanidad.)
Esta voz me hablaba muy suavemente y parecía muy triste.
Esta Cruz es maravillosamente bella, de una claridad, de una limpidez a la cual ninguna luz en esta tierra es comparable, ni la luz del sol, ni la luz eléctrica por hermosa que sea.
Esta luz celeste no daña los ojos, sólo deslumbra el espíritu.
Cuando me deja, me pongo muy triste. Me parece que luego, me encuentro en las tinieblas, incluso con un tiempo soleado.
Desearía morir por estar en esta Luz de Dios, con el fin de contemplarla para siempre.
¡ Oh todos vosotros que leeréis estas líneas ! :
haced penitencia, purifícaos,
es tiempo de salvar el propio espíritu,
es tiempo de que os volváis hacia Jesús.
  neigem1.GIF (300184 octets)       Pasqua 1998 en Lonlay le Tesson

Os lo suplico, Jesús se lo pide.
No digáis : "Es demasiado tarde."
No digáis : "Soy demasiado viejo, he malgastado mi vida."
No digáis : "He pecado demasiado."
No digáis : "Es una lástima, ya veremos."
Nunca es demasiado tarde para volverse hacia Jesús.
Jesús es bueno, les perdonará, incluso en el último minuto de su vida.
Pero no esperéis.
Es hoy, es ahora mismo, Dios os lo pide. Casi es un SOS que Dios reclama, dado que El dice : 
" Es tiempo de salvar a todos estos pecadores que no aman a Jesús. "
Usted, Señor Canónigo (Gires), que leerá estas páginas predique la penitencia a todos aquellos que se le acerquen de ahora en adelante, y diga a todos los que tienen la fe, que hagan penitencia, para salvar a todos estos pecadores que no aman a Jesús, que no han dirigido nunca una mirada a Jesús, que no ven más que las cosas superficiales - el dinero, el lujo, el bienestar.
Dígales que hagan penitencia para salvar a toda esta gente que no tiene corazón, que no tiene caridad.
Pero cuando uno tiene realmente Fe, todo es tan diferente.
La vida monótona que vivía antes con todas estas preocupaciones se ha transformado en un solo instante.
Veo a Jesús en todo.
Ya que la menor cosa en esta Tierra es Jesús quien nos la dio.
Todo lo que vive, todo lo que respira, es el Aliento de Dios, y sin este Aliento en la tierra, es la nada.
Todo el mundo olvida ésto.
¿ Quién piensa en la Cruz de Cristo ?
El mundo está tan turbado por los progresos crecientes, que uno olvida al Creador : Dios.
Sin embargo es por la Cruz que Jesús vino a liberarnos del pecado.
Será por la Cruz, la que vi con mis propios ojos, que pronto Jesús vendrá a salvar el mundo. Será por esta Cruz Gloriosa que acabarán todas las tristezas, todos los sufrimientos, todas las miserias.
Entonces será el fin, será la Paz, la felicidad inmensa.
Descubriremos todas estas maravillas de Dios en la Luz Celeste que no tendrá noche. 

Pero, para obtener todas estas maravillas que Dios nos ha anunciado, es preciso convertirse, es tiempo de hacer penitencia, penitencia.
Me preguntaba cómo iba a contar lo que había pasado al Señor Cura.
¿ Cómo iba a creerme, ya que esta vez no tenía mensaje para él ?
Pero estoy segura de que es la Providencia la que ha actuado y dado que Dios me había dicho esto, hacía falta que el Abad L'Horset lo supiera.
Fui a misa como de costumbre este miércoles por la mañana, día en que no hay que ir al colegio, y cuando salí de la pequeña capilla del pensionado San José , El Señor Cura salió también, cosa que nunca hace después de misa.
El me preguntó : "¿ Por qué está usted triste ?"
Me pregunté cómo se había dado cuenta de que yo estaba triste.
Esta Cruz es tan imponente, tan maravillosa, tan impresionante, que después no puedo evitar llorar, y no puedo dormir.
El Señor Párroco leyó ésto en mi cara. Pero no se lo dije tan pronto, además tenía prisa por volver a casa para dar el desayuno a mis hijos y a mi madre que está impedida en la cama, para volver después a dar la catequesis a las 9h30.
Al día siguiente fui a su encuentro para contárselo todo.
Sé que el Señor Cura no duda de mi palabra.
Yo misma, si no viera esta maravillosa Cruz, me preguntaría si no es una pesadilla, una ilusión, un sueño. Pero no, sé muy bien que esta Cruz está presente, ya que lo que no engaña son estas palabras tan claras, tan dulces :
Es la Palabra de Jesús, la Palabra de Dios.

   

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La Haute Butte        

TERCERA APARICION

"Dígale al sacerdote que haga elevar en este lugar
la Cruz Gloriosa y al pie, un santuario."

Jueves 7 de diciembre de 1972 a las 4h35

Vi de nuevo la Cruz maravillosa, alzándose en el cielo, del mismo modo que las dos veces anteriores, a la misma hora y exactamente en el mismo lugar. Una vez que esta maravillosa Cruz fue formada, oí :

"Audivi vocem de caelo dicentem mihi..." (oí una voz del cielo que me decía)
"Dígale al sacerdote que haga elevar en este lugar la Cruz Gloriosa y al pie un santuario.
Todos vendrán a arrepentirse en este lugar y a encontrar la Paz y el Gozo."

 

CUARTA APARICION

"Verá esta Cruz aún tres veces."

Martes 19 de diciembre de 1972 a las 4h35

La maravillosa Cruz se me apareció de nuevo y oí :

"Verá esta Cruz aún tres veces."

                                      CroixLm4.GIF (156276 octets)          Cruz de Lonlay le Tesson

 

QUINTA APARICION

"Dígale al sacerdote que la Cruz Gloriosa, elevada en este lugar, sea comparable a Jerusalén."

Miércoles 20 de diciembre 1972 a las 4h35, en "la Haute Butte ".

Como la víspera, vi la Cruz del mismo modo que las veces precedentes, a la misma hora, en el mismo lugar, y de nuevo oí :

"Dígale al sacerdote que la Cruz Gloriosa, elevada en este lugar, sea comparable a Jerusalén."

 

 

SEXTA APARICION

"Encuentre tres personas y reciten juntos el rosario para la elevación de la Cruz Gloriosa, aquí, en el límite del territorio de Dozulé."

Jueves 21 de diciembre de 1972 a las 4h35

Tercer día seguido en que la Cruz se me aparece, en el mismo lugar, a la misma hora, del mismo modo. Y mientras estaba como las veces anteriores, los brazos en cruz, oí una voz dulce que parecía estar a mí lado :
"Tendría la bondad de decir al obispado que el sacerdote no debe dejar su parroquia antes del cumplimiento de la tarea que le es pedida."
"Encuentre tres personas y reciten juntos el rosario para la elevación de la Cruz Gloriosa, aquí, en el límite del territorio de Dozulé."(1)

Esta vez, la maravillosa Cruz se me ha aparecido más tiempo que de costumbre, más o menos de quince a dieciocho minutos.
Ninguna luz en esta tierra es comparable a esta luz del cielo. Esta maravillosa luz no daña los ojos, sin embargo es más deslumbrante que el sol, pero no deslumbra los ojos, sólo deslumbra el espíritu. Cuando uno la ve, la muerte sería deseable con el fin de vivir siempre en esta maravillosa Luz celeste.

1- El Padre L’Horset, las monjas B. y M. lo harán todos los días, en la capilla pero ¡bajo llave !

 HB96-39m15.GIF (244454 octets)                    La Haute Butte

 

SEPTIMA APARICION

"No tenga miedo, Yo soy Jesús de Nazaret, el Hijo del Hombre resucitado."

Miércoles por la tarde 27 de diciembre de 1972 (2) a las 19h - cerca de la iglesia. Fiesta de San Juan Apóstol.

Aún me quedaba por ver una vez más esta Cruz ; tenía prisa por que llegara la semana del primero de enero, semana en la que mi marido sale a las 4h30 de la mañana, para ponerme otra vez con los brazos en cruz y esperar quizás esa semana una última aparición.
Vine a ver al Señor párroco el miércoles por la tarde. La directora del pensionado San José, Sor B. me había pedido preparar la iglesia para una boda que debía tener lugar el sábado siguiente.
Entonces, vine el miércoles 27 por la tarde a la sacristía con el Señor Párroco, eran exactamente las siete. Lo esperaba delante de la puerta de la sacristía, mientras él cerraba la puerta con llave.
En este momento, la Cruz se presentó frente a mí, como siempre, pareciendo más alta en el cielo, pero menos grande y no en el mismo sitio.
Unos segundos después, al pie de la Cruz, se formó una nube ovalada sirviendo de pedestal. La Cruz desapareció. Una forma humana ocupó su lugar, con los pies colocados sobre esta nube.
Nunca vi nada tan precioso, su cabeza estaba inclinada, y sus manos tendidas hacía mí como para acogerme.
Y oí una voz muy dulce, que me decía :
"No tenga miedo, Yo soy Jesús de Nazaret el Hijo del Hombre resucitado."
Unos segundos después, esta misma voz me dijo :
"Tenga la bondad de repetir ésto : ¡ Ô Sorte Nupta Prospera Magdalena ! Annuntiate virtutes ejus qui vos de tenebris in admirabile Lumen Suum vocavit. " ( ¡ Oh felicidad, Madeleine ! ¡ dichosa esposa ! Anuncie las maravillas de Aquel que os ha llamado de las tinieblas hacia Su admirable Luz.)
Aún Pude admirar algunos instantes esta maravilla, después todo desapareció de repente.
Me parecía encontrarme de nuevo en las tinieblas.
Si supiera cómo mi corazón está lleno de amor por Jesús que se ha dignado venir a visitarme ; a mí, pobre criatura indigna. Hasta mi último día en esta tierra, permaneceré deslumbrada con esta maravillosa visión, esta presencia de Jesús en esta tarde del 27 de diciembre.
No me queda más que un deseo : volver a verle, volver a ver a Jesús de Nazaret, el Hijo del Hombre resucitado. Hubiera sido dulce para mí morir en ese instante. Tenía las manos abiertas como para acogerme, pero esto duró tan poco tiempo.
Me hubiera gustado que todo se parase, que el tiempo se detuviera, que el tiempo ya no existiera, con el fin de que todo el mundo, que toda la humanidad pudiera verlo, como yo Lo vi.
Me gustaría poder contemplarlo siempre, eternamente, en Su esplendor, contemplar esta maravillosa Luz, este Jesús de amor lleno de dulzura, de bondad resplandeciente de Luz.
Todo es tan maravilloso, tan grande, que no puedo expresar lo que sentí hasta las extremidades de mi cuerpo, de mi espíritu.
En toda mi persona siento a Jesús, lleno de amor, de dulzura, de luz.
¡ Qué maravillosa belleza ! ¡ Qué luz límpida ! ¡ Qué tesoro ! ¡ Qué grandeza vieron mis ojos esa tarde del 27 de diciembre ! ¡ Qué gozo ! ¡Qué gusto tendremos cuando podamos contemplar :
"Jesús para la eternidad".
Si el mundo supiera, si el mundo hubiera visto, si el mundo viera. Y el mundo verá un día no lejano en absoluto. Y este día, toda la faz de la tierra quedará totalmente deslumbrada viendo :
"Jesús de Nazaret el Hijo del Hombre"
Resplandeciendo de luz, como Lo vi con mis propios ojos venir sobre una nube en toda Su grandeza. Si, todo el mundo Lo verá, por eso ahora es el momento de convertirse.
Es tiempo de levantar la cabeza. Aún pueden ser salvados.
Jesús es amor, Jesús es bueno, El perdona.
Tengan mucho pesar en el fondo del corazón, hagan una pequeña oración, Jesús estará contento.
Tengan una mirada hacia El y verán que serán muy felices, su espíritu estará lleno de gozo extremo, un gozo que no podrán definir ya que este gozo espiritual es más hermoso que todos los gozos materiales.
Sobre esta tierra no encontramos jamás la felicidad perfecta. Cuando uno cree alcanzarla, todo se derrumba.
Pero la felicidad espiritual que encontramos en la persona de Jesús, esta felicidad, cuando uno la posee verdaderamente, es inagotable.
¡ Oh Jesús mío! ¡ Cómo resplandece de belleza en esta maravillosa Luz! ¡Qué bueno sois Vos! ¡ Vos sois amor! ¡ Qué dulces son Vuestras palabras! Nunca nadie me habló tan dulcemente.
La Luz y las palabras de Jesús son incomparables de dulzura y belleza.
Toda mi vida proclamaré esta maravilla en la cual hay que vivir sin cesar, de la mañana hasta la tarde, de la tarde hasta la mañana ; en cuanto me despierto Jesús está conmigo, en mí.
Hay que vivir siempre con Jesús, como una llama interior que no se apaga nunca.
¡Oh, Jesús mío! ¡Qué dulce es vivir sin cesar con Vos, en Vos!
¡Qué gozo maravilloso, dais Vos a aquellos que os aman.
Sobre todo no piensen que soy una privilegiada de Dios.
Dios ama a todas Sus criaturas.
Es El quien nos ha dado la Vida.
Sin el soplo de Dios, no seríamos nada, sería la nada.
Pero el Espíritu Santo está aquí para animarnos, El nos ama. Dios ama a todas Sus criaturas, sin excepción.
Dios nos llama a todos, y pocos Le escuchan.
Piensen, retírense solos un instante.
Luego admiren esta naturaleza, estas flores, ese perfume, el rocío de la mañana y díganse bien que todo ésto no se hizo solo.
Todo lo que crece, todo lo que se forma, todo lo que vive, es el aliento de Dios.
La naturaleza es un milagro constante del Creador, pero no prestamos atención, estamos acostumbrados a ello.
Es cuando uno está solo que se encuentra la presencia de Jesús, cuando uno se recoge, cuando se admira esta naturaleza, la maravilla de la creación.
Es en todo ésto donde encontramos al Creador, Dios, Jesús, El Espíritu Santo, el Rostro de Cristo.
Cuando un alma ve un rayo de la Luz de Dios, desea morir para verla eternamente.
Pude admirar esta Maravilla unos instantes más, y todo desapareció de repente.

2 - El 27 de diciembre de 1673, 299 años antes, Jesús apareció a Paray Le Monial.

 hb-p97-m7.gif (208401 octets)       La Pila de la Purificación

 

OCTAVA APARICION

"Hacer elevar la Cruz Gloriosa y el Santuario de la Reconciliación."

Martes 12 de junio de 1973 a las 19 horas, en la capilla

Estaba con las hermanas del pensionado San José y el Señor Párroco en la capilla, acabábamos de terminar el rosario y las vísperas ; de pronto, sentí un viento rozándome el rostro ; creí que la puerta acababa de abrirse y que ésto producía una corriente de aire con la pequeña ventana, pero no era nada de eso.

Entonces fui a ver al Señor Párroco, que estaba en su silla delante de mí ; le pregunté si había sentido un viento ya que ésto me parecía poco normal. Me contestó que no, después de repente, un resplandor aparece en el lugar del sagrario, y seguidamente, Jesús aparece como la primera vez que Lo vi, con las manos tendidas hacia mí como para acogerme. Era maravillosamente bello ; esta Luz era deslumbrante de belleza.
Jesús me dijo :

"Tenga la bondad de acercarse hasta aquí."
Me acerqué. Jesús me dijo :
"Diga ésto en voz alta " :
"Soy el Primero y el Ultimo y El que vive, y Todo lo que les ha sido dado :
Soy el Amor, la Paz, el Gozo, la Resurrección y la Vida.
Bese a las personas aquí presentes por amor y por caridad para con el prójimo."

Entonces besé a las personas presentes.

"Tenga la bondad de repetir ésto" :
"Attendite, quod in aure auditis, praedicate super tecta. Per te Magdalena civitas Dozulea decorabitur per Sanctam Crucem. Et aedificet Sanctuarium Domíno in monte ejus. Terribilis est locus iste."
( Prestad atención, lo que oís al oído, proclamado a voces. Por usted, Madeleine, la cuidad de Dozulé será adornada por la Santa Cruz. Y que ella edifique un Santuario al Señor sobre Su montaña. ¡Qué terrible es este lugar!) (3)
"Bese la tierra tres veces por penitencia por la Iniquidad."
Cuando levanté la cabeza, Jesús parecía muy triste, miró largamente a las tres personas presentes y me dijo :
"Diga ésto en voz alta a las personas que rezan el rosario con usted"
"Dense prisa en anunciar al mundo lo que vieron y oyeron en Mi Nombre. Den la orden al obispado de anunciar Mi Ley, con el fin de hacer elevar la Cruz Gloriosa y el Santuario de la Reconciliación en el lugar preciso donde Madeleine la vio seis veces, y vengan allí todos en procesión."

Luego Jesús levantó los brazos, con las manos tendidas hacia mí, El dijo :
"Cuando esta Cruz será elevada de la tierra, atraeré todo hacia mí."
Cuando Jesús dijo ésto, Su mirada era lejana, casi levantada hacia el cielo. Después, puso otra vez Sus brazos y Sus manos como para acogerme y me dijo :
"Tenga la bondad de venir aquí cada primer viernes de mes, yo la visitaré hasta la elevación de la Cruz Gloriosa."
Después desapareció.

3- " Ella " significa la Ciudad. Según Madeleine A.

 

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El 20 septiembre 1998

 

NOVENA APARICION

"La sierva del Señor habrá hablado una lengua que le es extraña."

El día 6, primer viernes del mes de julio de 1973 - 19 h, en la capilla.

Una Luz, después Jesús se me aparece como la última vez en el lugar del Sagrario, con las manos tendidas hacia mí para acogerme ; Su mirada es de una maravillosa bondad, y Su sonrisa es muy dulce. Todo ésto es muy difícil de describir : ¡Es tan bello!
Algunos instantes después, Jesús levanta el brazo derecho hacia mí y coloca la otra mano sobre Su pecho. El dice :
"Tenga la bondad de repetir ésto" :
"Misit Dominus Manum Suam et dixit mihi : Spiritus, Domini docebit vos quaecumque dixero vobis (13)." (El Señor extendió la mano y me dijo : el Espíritu, el Señor le enseñará todo lo que le habré dicho.)

Luego, con su brazo siempre levantado hacia mí y su mano izquierda sobre Su pecho, El me ha dicho :

"Vaya a decir al obispado todas las palabras que Yo le he dictado. Y la sierva del Señor habrá hablado una lengua que le es extraña."

Sin recordar ninguna palabra en latín de las que el Señor me había dicho desde el principio, le he dicho :
"Pero, Señor, ya no me acuerdo." El me ha dicho :
"Acuérdese de Mi Palabra : Dará testimonio a causa de Mi Nombre y no tendrá necesidad de ejercitarse para saber lo que tendrá que decir ya que Yo estaré con usted."

Después Jesús desapareció.
Era preciso pues que fuera a ver el Señor Obispo, y aunque Jesús me había asegurado de que no tenía nada que temer, vacilé en ir. Y además ¿cuando iría ? Yo no tenía una idea muy clara ; sin embargo sabía bien que era preciso que fuera. No podía ir sola ; y además le tocaba al Señor párroco decidir ; no debo hacer nada por mí misma.

Primer viernes del mes de agosto de 1973

Cuando sonaron las seis de la tarde en la pequeña capilla, delante del Santísimo Sacramento expuesto para este primer viernes del mes, mi espíritu estaba en una gran paz y gozo.
Esperaba con impaciencia a "Jesús" , ese Jesús de Amor que se había dignado en visitarme el viernes anterior. ¡ Qué tesoro, qué maravillosa belleza descubrían mis ojos y mi espíritu en Su presencia ! Esto no duraba más que algunos minutos a cada vez, pero cuando estos minutos en presencia de Jesús durasen una eternidad ¡ Oh ! Qué dulce y maravillosa será esta eternidad en esta "espléndida" Luz.
Pero las 19 horas llegaban, los segundos me parecían interminables. Esperé así hasta las 19h 45, después me di cuenta de que Jesús no iba a venir, era demasiado tarde. Mí corazón estaba muy triste, me parecía que todo se derrumbaba.
Salí de la pequeña capilla llorando como una niña.
Cuando volví a casa, mis hijos me preguntaron lo que tenía. No les contesté. Afortunadamente mi marido no estaba allí. Era la semana en la que trabajaba por la tarde y no volvía hasta las 21h 30.

Esa noche, casi no dormí. Me preguntaba lo que había hecho al Señor para que El no me visitara puesto que El me había dicho : "Cada viernes, la visitaré" ; y pensaba para mí, que si El no me había visitado, quizás era debido a un señor que, por la mañana, me había hablado casi en voz alta delante del Santísimo Sacramento, y dicho cosas que él no hubiera debido decir, ya que lo que él me había dicho faltaba de caridad - y ésto me apenaba, por el Santísimo Sacramento que estaba allí delante de nosotros - y pensé en este momento que era necesario tener un gran recogimiento y un gran respeto delante del Santísimo Sacramento.
Después pensé también que quizás se debía a que no había hecho lo que el Señor me había pedido la vez precedente. Jesús me había dicho : " Vaya a decir al obispado todas las palabras que Yo le he dictado", y ésto no había sido hecho.
La mañana siguiente, fui a ver al Señor párroco, diciéndole que deseaba ir cuanto antes a decir al obispado todo lo que el Señor me había dicho que dijera ; era una misión que tenía que cumplir dado que el Señor me lo había pedido y yo deseaba ir cuanto antes, tenía que cumplir la voluntad de Jesús.
Entonces, fui con el Señor Párroco y Sor Bruno a ver a un miembro del obispado, como me lo había pedido Jesús.
Seguía sin recordar nada de latín, les aseguro que vacilaba y me preguntaba lo que iba a decirle, y pido todavía perdón al Señor por haber vacilado puesto que El me había dicho : "Yo estaré con usted."
Desde luego, Jesús estaba conmigo.
De pronto, me acordé de todas las palabras en latín que Jesús me había dictado desde el principio ; el Espíritu Santo me guiaba ; es El quien me ayudó a recordarlo todo.
Estaba muy emocionada y sorprendida de ver cómo, de repente, pude decir todas esas palabras desconocidas. No tengo ninguna instrucción y piensen que el latín es una lengua completamente extraña para mí.

No sé si el Espíritu Santo lo quiso, pero cuando subí en el coche al salir del obispado, le dije todo a Sor Bruno y al Señor Párroco, todas las palabras extrañas que el Señor me había dicho desde el principio. Es el Espíritu Santo quien me hizo recordarlo todo.
Sin El, no hubiera sido capaz de decir una palabra. Y sé que el Señor Párroco y Sor Bruno estaban ambos emocionados al oírme.
Al volver de Bayeux, sentía una gran paz.
Estaba sobre todo muy feliz de haber cumplido lo que Jesús me había pedido y agradecía al Espíritu Santo, cuando volvía, al haberme hecho recordarlo todo.
Sin Vos, Espíritu Santo, nada existe, nada es posible, no somos más que tinieblas. Pero cuando uno os posee, todo es gozo, todo es amor, todo es posible.

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DECIMA APARICION

"Regocíjense, regocíjense sin cesar en el Señor,
como la sierva del Señor aquí presente rebosa de Gozo en la Luz que ella descubre."

Viernes 7 de septiembre de 1973 a las 19h05, en la capilla.

Había algunas personas en la capilla delante del Santísimo Sacramento expuesto.
Cuando percibí la luz, pero esta vez en el lugar del Santísimo Sacramento, no pude evitar gritar en voz alta : " Ú Era tan feliz ! Ahí está ."
Era tan feliz, Jesús no me había visitado el mes anterior.
De repente después de esta luz, Jesús aparece como de costumbre. Me sonreía, con una sonrisa tan dulce. El me dijo :
"Haga la genuflexión y salude."
Después Jesús me dijo :
"Diga esto en voz alta" :
"Regocíjense, Jesús de Nazaret, el Hijo del Hombre resucitado, está aquí delante de mí, rodeado de luz. Sus Manos y Su Rostro resplandecen como el sol. Su Mirada es Amor y Bondad. Y he aquí lo que dice el Primero y el Ultimo y el Vivo, a todos vosotros que sois los testigos:
Regocíjense, regocíjense sin cesar en el Señor, como la sierva del Señor aquí presente rebosa de Gozo en la Luz que ella descubre."

Unos segundos más tarde :
"Sean humildes, pacientes y caritativos."
Jesús, con la mirada más grave, dijo :
"Bese la tierra tres veces en penitencia por la iniquidad."
Cuando levanté la cabeza, después de haber besado la tierra, Jesús tenía la mirada muy triste. Mira a la gente en la capilla, después con la mirada todavía muy triste, lejana, como si El viera el mundo.
Le pregunté por qué estaba tan triste. Jesús me contestó :
"Estoy triste a causa de la falta de Fe en el mundo, a causa de todos aquellos que no aman a Mi Padre."
Luego Jesús dijo :
"Diga ésto en voz alta" :
"Vayan todos en procesión al sitio preciso donde la sierva del Señor vio la Cruz Gloriosa, y todos los días, recen esta humilde Plegaria, seguida de una decena del rosario."

Entonces Jesús me dijo :
"Rece el rosario entero, así como las personas que lo rezan con usted."
Jesús me dictaba la Plegaria, frase por frase, y Su mirada era muy triste y muy lejana.
He aquí la Plegaria que Jesús me dictaba muy dulcemente :

"Piedad, Dios mío por los que Te blasfeman.
Perdónales, no saben lo que hacen."
"Piedad Dios mío, por el escándalo del mundo.
Libérales del espíritu de Satán."
"Piedad Dios mío por los que Te huyen.
Dales el gusto de la Santa Eucaristía."
"Piedad Dios mío por los que vendrán a arrepentirse al pie de la Cruz Gloriosa, que encuentren allí la Paz y el Gozo en Dios nuestro Salvador."
"Piedad Dios mío, para que Tu Reino llegue, pero sálvalos, queda todavía tiempo, ya que el tiempo es próximo, he aquí que Yo vengo.
¡ Amén ! ¡Ven Señor Jesús !"
ChristPm.GIF (146708 octets)          El Christo se cayo (fine del 1978)

Después recité el rosario como el Señor me lo pidió. Jesús me miró tristemente todo el tiempo mientras recitaba el rosario. Luego, al final del rosario, El me dijo :
"Señor, derrama sobre el mundo entero los tesoros de Tu Infinita Misericordia."
Repetí esta frase para terminar la oración. Luego Jesús me dijo :
"Tenga la bondad de repetir ésto :
Vos amici Mei estis, si feceritis quae Ego praecipio vobis."
(Sois Mis amigos si hacéis lo que yo os pido.)
"Cuando den testimonio en Mi Nombre, tengan la bondad de repetir ésto."
Después con una mirada triste Jesús me dejó y desapareció.

apariciones y mensajes

prologo

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